sábado, 17 de noviembre de 2012

La Guadalajara romántica de Pérez Villaamil


"Guadalajara pintoresca. La ciudad que retrató Genaro Pérez Villaamil". Patronato Municipal de Cultura. Guadalajara, 2012. 80 págis. 24 x 30 cms.

En un hermoso libro se ha concentrado para el futuro la información que brinda la exposición “Guadalajara pintoresca” que ha organizado el Ayuntamiento de Guadalajara en el otoño de 2012. Dentro de la Colección “Memoria gráfica de Guadalajara” que mantiene el Patronato Municipal de Cultura, una publicación de 24 x 30 cms. y 80 páginas de excelente papel e impresión a todo color, nos ofrece un estudio previo y el catálogo de las imágenes y objetos expuestos en esta muestra. El diseño del libro es de Treseñes (empresa del Corredor del Henares) y la impresión ha corrido a cargo de Imprimex (que como no dice de dónde es, dudo entre la que con ese nombre existe en Móstoles o la de Mataró en Cataluña). 
Es Pedro J. Pradillo y Esteban el comisario de la exposición, y quien redacta los textos de este libro. Dice el autor en su introducción que en 1840 Guadalajara se posicionó como un “destino turístico cultural”, pues llegaron algunos dibujantes a retratarla, y muchos viajeros, incluso europeos, a visitarla, buscando ese halo de romanticismo y rebeldía que los españoles habían dejado tras su enfrentamiento al ejército de Napoleón en la Guerra de la Independencia.
En la exposición que nos propone el Patronato Municipal de Cultura, aparecen muchos dibujos, acuarelas, pinturas y grabados que los artistas decimonónicos hicieron teniendo a la ciudad de Guadalajara como modelo. Es lógico pensar que aparezcan en esos grabados multitud de detalles que ya no existen: distribución del urbanismo, edificios religiosos y civiles, tipos y fuentes, cuestas y orillas… ese romanticismo que baña a lo ausente, a lo perdido, a lo que no podremos recuperar nunca, es lo que tiñe de belleza a estas estampas, y esta exposición nos da de obsequio.

El libro, de manufactura impecable, nos ofrece textos e imágenes que recuperan una Guadalajara antigua y perdida. No sólo lo de Villaamil centra la obra, sino que hay muchas estampas producidas por artistas de la época como Carderera, Parcerisa, Salcedo, Clifford [fotógrafo], Doré y otros extranjeros que se asombraban de la riqueza patrimonial de esta ciudad que ha sido, a lo largo del siglo XX, literalmente laminada.
En la colección enorme de riqueza de imágenes, destacan los apuntes de Pérez Villaamil conservados en la Fundación Lázaro Galdiano y en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Así aparecen presencias antiguas e imposibles de recuperar, al menos con la brillantez y limpieza de su aspecto a principios del siglo XIX: la antigua fábrica de paños, las terreras del río Henares, la ciudad vista desde San Antón, la Puerta de Madrid el Peso de la Harina, el aspecto de la demolición de la Capilla de la Trinidad de la iglesia de Santiago y fachada del palacio de los duques del Infantado, el fragmento de un adorno en yeso de la Trinidad, la antigua iglesia de Santiago con el arco de los Perdigones, la entrada interior del palacio hacia el patio, el primer dibujo-aguada de Vilaamil sobre ese patio, el paunte del artesonado del salón de Salvajes, el edificio de los dominicos (hoy San Ginés), Santo Domingo desde muy lejos, en alto, la huerta de San Francisco, y el templo de los franciscanos, muy en alto, el convento de San Bernardo desde levante, y el interior de la capilla de Luis de Lucena, en cuyo dibujo Villaamil deja este apunte sobre el techo: “frescos al gusto rafaelesco”.

1 comentario:

  1. En primer lugar, gracias por la crítica a la publicación, como una de las partes responsables de este proyecto pues trabajo en la empresa que lo llevó a cabo.

    En realidad la empresa en la que trabajo y que realizó el diseño y maquetación del libro fue Fotoforma, S.L., que tiene como marca registrada "Treseñes"; una empresa que tiene su domicilio social en Azuqueca de Henares (Guadalajara).

    Le agradecería que modificara por lo tanto dicha información. Un saludo.

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