jueves, 12 de julio de 2012

Las Cabañuelas de toda la vida


Alcanza su número 364 la “Revista de Folklore” que edita la Fundación Joaquñin Díaz, con ayuda de Caja España y Caja Duero. De lo poco en el terreno cultural que sigue siendo apoyado por los bancos. Pero es que esta Revista merece ese apoyo, porque es un carga de profundidad en el contexto del conocimiento de la España eterna, de sus costumbres, de sus esencias.
Como en otros muchos ejemplares, desde su creación, en este colabora José Ramón López de los Mozos, con una aportación breve pero enjundiosa, calibrad al máximo, diciendo mucho en pocas páginas. Trata en esta ocasión el etnógrafo alcarreño de “Las Cabañuelas. Pronóstico popular del tiempo climático” y lo hace entre las páginas 48 y 54 de la Revista.
Las cabañuelas, explica en la introducción, y apoyándose en la definición del Diccionario de la Real Academia Española, son los cálculos que hacen en los pueblos del tiempo climático que está por venir, en función del que hace unos días concretos del año. Se toman como medida los 12 primeros días de enero, para calcular, según haga cada uno de ellos, cómo va a hacer en los 12 meses siguientes. En la mayoría de los casos, repartidos por toda España, los cabañueleros toman como medida los 12 primeros días de agosto, que son “el tiempo ascendente” (lo que hará los primeros 15 días del mes correspondiente a cada día) y siguen mirando y anotando los pronósticos los siguientes (13 al 23 de Agosto) para calcular “el tiempo descendente” en los segundos quince días de esos 12 siguientes meses.
López de los Mozos hace una exposición muy clara (hasta nosotros lo hemos entendido, que ya es un mérito…) de lo que son las Cabañuelas por España, los meses y los días que se toman por muestra y los meses y días que se pronostican. En Guadalajara ha estudiado personalmente cómo miden las Cabañuelas en Cifuentes y en Oter. Allí escogen el mes de diciembre (del 13 al 24) para pronosticar cómo hará los siguientes 12 meses (los primeros 15 dias de cada mes, las cabañuelas ascendentes) y del 25 de diciembre al 5 de enero, para calcular las descendentes, los segundos 15 días de los siguientes 12 meses.
¿En qué análisis científico, estadístico, tradicional, se basan quienes practican el pronóstico del tiempo mediante las Cabañuelas? En ninguno, es algo totalmente empírico, y por supuesto no muy fiable, porque unos años aciertan, otros no… yo, personalmente, termino por creer que es algo lúdico en el fondo, una forma que el hombre, desde sus ancestrales orígenes, tiene de pasar el tiempo, de gastar la vida, mirando, comprobando, anotando, calculando, pensando… para no aburrirse. Solo se mueren los que se aburren.
Unas páginas sencillas y cuajadas de información bien estructuradas, que agradecemos a López de los Mozos por haberse entretenido en escribirlas.

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